"¿Por qué no quieres hablar?"
The Artist, es el primero de los films analizados
en el Club de Cine de la URV. Representa la quinta obra cinematográfica de
Michel Hazanavicius, un director de corta pero meteórica trayectoria en tierras
francesas. Comenzaría con títulos como Mes
Amis en 1999, pero su éxito llegaría con el film cómico OSS 117: El Cairo nido de Espías y su
respectiva secuela. Este año se espera el estreno de su colaboración en el
nuevo film Les Infidels, de nuevo
protagonizado por su actor fetiche: Jean Dujardin, visto ya en The Artist, film con el que
definitivamente ha ganado el reconocimiento internacional. La lluvia de
galardones que ha rodeado este film recoge una generosa lista de 18 festivales
diferentes: desde el festival de Sevilla hasta los Bafta, Cannes o los Oscar.
Parece ser que la historia melodramática de George Valentin, en blanco y negro,
casi sin sonido, ha convencido a los críticos. Pero, ¿es el film tan bueno como afirman? ¿Es fiel a la historia del
cine? ¿Hasta qué punto es fiel a la estética de la década de los 20? ¿Hasta qué
punto hace concesiones para que nos agrade? ¿A qué otros films de la historia
del cine podemos compararlo?
Muchos
son los aspectos que debemos analizar para apreciar de mejor modo el film de
Hazanavicius. Los puntos fuertes los podemos analizar desde el punto de vista
del mensaje, de la estética, la elaboración de los personajes y cómo éstos
están interpretados, la música o el diseño de vestuario… Por otra parte también
debe reconocer que el film no destaca por su originalidad ya que comparándolo a
toda la lista de films que tratan el tema del cine (entre ellos Cinema Paradiso, Cantando bajo la lluvia, ...) no llega a destacar por encima del
resto ni respeta protocolariamente el periodo reproducido. ¿Se convertirá The Artist en
una flor pasajera de verano? Analicemos en detalle estas cuestiones.
Uno
de los aspectos atractivos del film es el mensaje que transmite y, a la vez,
las diferentes posibilidades para el tema principal, que podría ser la
necesidad de renovarse junto con la evolución del mundo y no quedarse atrás, la
incomunicación, el amor incondicional por una persona… Por sorprendente que
parezca Michel Hazanavicius jamás ha afirmado en la entrevistas que su film no posea un tema complejo en
particular, sino que únicamente pretende “explicar una historia”. Lo cierto es
que vistos los momentos actuales de crisis y cambio que vive no únicamente la
sociedad, sino también el cine, extraña que un director de semejante detallismo
sólo pretenda explicar una historia. Salta a la vista que Hazanavicius hace un
homenaje nostálgico al cine mudo clásico en plena época de cambio
cinematográfico, quién sabe, incluso con vistas al 3D. Al igual que a finales
de los 20, actualmente se está efectuando un cambio dudoso en el mundo del cine
a un nuevo formato tecnológico cuyo éxito todavía es incierto. El 3D, que fue
inventado hace unas décadas, parece estar convirtiéndose en una posible
salvación de las salas de cine que cada vez cuenta con más directores
favorables. De igual modo a finales de los 20, se dio el cambio hacia el cine
sonoro, no apoyado por todos los directores, como en la actualidad. ¿Es la
posición de Hazanavicius “un farol”?
Siguiendo
en la línea de estas preguntas surge la cuestión de si se hace un homenaje fiel
al cine mudo. ¿Podemos designar como film mudo The Artist? El nombre
del personaje principal, George Valentin,
claramente responde a un homenaje a uno e los actores más conocidos del
cine mudo: Rodolfo Valentino. También aparecen imágenes de archivo de Douglas
Fairbanks en dos ocasiones, personaje al que se emula cuando Valentin actúa en
sus films. En definitiva se nos muestran imágenes y música, pero si tenemos en
cuenta que se llamó “sonoro” al film El Cantor
de Jazz cuando éste sólo tenía sonido en una tercera parte del metraje,
aparecen las dudas. Lo característico de los films de cine mudo es la falta de
banda de sonido en la película, y este film carece de dicha característica en
definitiva. Se concluye entonces fácilmente que, dadas las razones anteriores,
no podemos designar plena y técnicamente a The
Artist como un film mudo, sin que esto sea algo negativo de cara a la
valoración del film. Tenemos que denominarlo un film no hablado.

Queda claro que The Artist
intenta hacer una reconstrucción del cine de la década de los 20 desde la
perspectiva actual e idealista del director. Los films mudos de la década de
los 20 chocarían de frente con los gustos visuales y cinematográficos del
espectador actual. El cine mudo debería salvar un abismo de casi un siglo para
fascinar al espectador en el modo en el que fascinó a principios de siglo.
Siendo consciente de ello Hazanavicius nos ofrece una versión adaptada,
idealista, en blanco y negro. Un acierto por otra parte, porque consigue
transmitir la ilusión mencionada al espectador actual, algo que seguramente no
se hubiera dado de ser fiel al cien por cien a los films mudos de los años 20. Vemos
así una de tantas concesiones que se hacen en el cine actual para llegar al
espectador, cuando lo que prima en el film es transmitir sentimientos e
impresiones por encima de la reproducción fiel: algo por otra parte legítimo.
En
definitiva podemos afirmar que, independientemente de la reacción de agrado o
desagrado producida, The Artist es un
film idealista que incita a la discusión cinematográfica. El film consigue
hacer un digno homenaje al cine mudo, demostrando que la estética clásica que
caracterizó a aquellas producciones no sólo no llega a pasar de moda, sino que
además tiene la capacidad de atraer al
espectador actual y salir con sobresaliente al examen de la crítica.
Ester Torrents Iglesias
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